Muchas compañías están complementando su transformación digital con el trabajo en la nube. Y es que la tecnología ha facilitado los negocios de muchas maneras. Trabajar en la nube supone un ahorro en infraestructura e inversión, mayor accesibilidad desde cualquier dispositivo y mejor colaboración, entre otras ventajas. Sin embargo, todavía hay empresas que siguen resistiéndose a trabajar y migrar sus datos a la nube.
En los últimos años, se han sufrido numerosos ciber ataques a diversas empresas, lo cual les ha hecho incrementar su seguridad y protección de sus datos.
Existen diferentes mitos en lo que a seguridad en la nube se refiere; esto genera indecisión y reticencia a las empresas a la hora de migrar sus datos. Pero sólo son eso, mitos, por lo que hoy vamos a desmontar algunos de ellos:
1- La nube no es segura.
Uno de los mitos más grandes sobre la nube. Los proveedores de cloud computing se toman muy en serio la seguridad, es su trabajo; la nube ha demostrado ser altamente confiable. Son muchos los controles que realizan para cumplir todos los requisitos y regulaciones, además de proporcionar confianza a sus clientes. Su seguridad es mayor que la de cualquier centro de datos de la mayoría de las empresas.
2- En la nube hay brechas de seguridad. Los datos podrían mezclarse y otra empresa o terceros podrían acceder a ellos.
Este punto va de la mano del primero. Hoy en día, existen más herramientas de seguridad que hace años. Los proveedores de cloud computing hacen uso de estas herramientas para ofrecer el mejor servicio a sus clientes y proporcionar la máxima seguridad en el almacenamiento de sus datos y ante cualquier ciber ataque.
3- Es importante tener control físico de los datos para su seguridad.
Más importante que un “control físico” de los datos es quién tiene acceso a ellos, con lo cual esa afirmación es falsa. Es imprescindible establecer un cifrado y los controles pertinentes para asegurar que solo quienes tengan permiso puedan acceder a esos datos.
4- Puedes usar tus actuales herramientas de seguridad en la nube.
No, ya que algunas no funcionarán. La mayoría no podrán afrontar según qué preocupaciones concretas de la nube.
5- El mantenimiento de la seguridad en la nube es muy complejo.
Aunque las herramientas sean diferentes, los procedimientos para el mantenimiento de la seguridad que había antes de pasar a la nube pueden seguir usándose, con ciertos retoques, pero evitando esa falsa complejidad.
6- Con proteger la nube es suficiente.
No es suficiente. Si se va a exigir la máxima seguridad a los proveedores de la nube, las políticas internas de seguridad de la empresa también deben ser atendidas con la misma importancia; analizar las medidas a implementar y los posibles riesgos.
7- La nube pública es más popular.
La más solicitada sí, pero no por ello la más popular. La gente siente mayor seguridad en la nube privada, es por eso por lo que el volumen de demanda es mayor. Muchos negocios están introduciendo nubes híbridas para integrar datos y procesos, tanto en nubes públicas como privadas, para mejorar los resultados.
8- El mismo formato de nube funciona para todos.
En verdad hay diferentes opciones, diferentes modelos de implementación (público, privado o mixto), diferentes modelos de servicio (SaaS o Software como Servicio, PaaS o Plataforma como Servicio e IaaS o Infraestructura como Servicio) y modelos de operación para una solución basada en la nube (cliente como propietario y operador, proveedor como propietario y operador o cliente como propietario y proveedor como operador). Lo que está claro es que existen varias opciones y es importante conocerlas todas para poder elegir de forma adecuada la que más se ajuste a las necesidades.
La mejor forma de empezar es con pequeños proyectos y los que nos dan dolor de cabeza mantener en las infraestructuras locales.
A día de hoy, no somos conscientes de que casi la totalidad de las empresas ya están trabajando con soluciones cloud como Office 365, Google, Dropbox, etc.
9- Virtualización y la nube son lo mismo.
La virtualización dio pie a la existencia de la nube, pero eso no implica que sean lo mismo. La virtualización, por sí sola, no dispone de todos los elementos para tener una nube.
10- La mayor ventaja de la nube es el ahorro de costes.
Antes una puntualización: si comparamos el coste de adquisición de la infraestructura frente al coste en la nube, a priori en “n” meses el coste de la infraestructura se amortiza frente a la nube, pero el error es no incluir costes adicionales. Es decir, no se suele tener en cuenta coste de servicios incluidos en la nube como soporte, mantenimiento, alta disponibilidad, coste energético, coste de licenciamiento, etc. Si somos capaces de medir todos los costes, es donde realmente vemos el ahorro frente a una compra de infraestructura.
Pero el posible ahorro no es la principal ventaja que ofrece la nube. La realidad es que el ahorro no es el mayor beneficio para los usuarios. La nube puede ser muy útil para reducir riesgos de implementaciones fallidas o para adaptarse más fácilmente a las necesidades cambiantes de un negocio, picos de trabajo puntuales y cumplimiento de presupuesto y gastos de la compañía; y esto son sólo algunas de las ventajas.
Aclarados estos falsos mitos, ahora puedes dar el paso y migrar tus datos a la nube con nosotros. Implementaciones de cloud pública, privada e híbrida. Flexible, seguro, adaptable y sin límites. Contacta con nosotros para rentabilizar al máximo la inversión de tu empresa en TI.
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