Estás en una reunión con un cliente para llevar a cabo un nuevo proyecto. Te explica lo que quiere, habláis, debatís alternativas y todo va perfecto. «¡Este proyecto tiene muy buena pinta!», piensas para ti, pero justo antes de terminar y levantarte, escuchas: “Por cierto, no sé si te lo hemos comentado, pero lo necesitamos finalizado antes de un mes”.
Creo que esa es una de las frases que más puede inquietar a un gestor de proyectos. Empiezas a pensar en el equipo, en la dedicación actual, en qué otros proyectos se van a ver penalizados, cómo ajustar los plazos sin que afecte a la calidad de la ejecución del proyecto… pero, sobre todo, piensas si lo vas a conseguir y cómo hacerlo de la forma más adecuada.
Desde Hiberus Tecnología os dejamos algunos consejos clave que nos han ayudado a llegar al éxito en la gestión de numerosos “proyectos express”.
- Ten claros los objetivos del proyecto. Es fundamental. Saber lo que el cliente necesita, cómo y cuándo. Quizás sea conveniente aconsejar al cliente y guiarle sobre lo que es factible y lo que no. Te ayudará ponerle los pies en la tierra. Conseguir el objetivo principal del cliente y su satisfacción con el proyecto realizado es el verdadero éxito.
- Rodéate de un equipo de confianza. El equipo de trabajo es uno de los puntos más importantes, si no el más importante, en cualquier proyecto. En este tipo de proyectos necesitarás más que nunca un equipo cualificado para el trabajo a desarrollar, confía en él, y sobre todo, implícalo. La implicación o no del equipo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso del proyecto.
- Confía en tu equipo sin descuidarles. Ya que tienes un equipo de tu confianza, aprovéchalo y delega en él. Pero no les abandones a su suerte. El equipo tiene que saber que estás ahí y que pueden contar contigo para lo que necesiten. Ante cualquier contratiempo debes apoyarles y sobre todo, solucionarles problemas que puedan bloquear el correcto avance del proyecto.
- Divide, planifica y vencerás. Dividir el proyecto en pequeñas fases y entregas, estableciendo una solución mínima aceptable, es fundamental. No debes abordar el proyecto de manera global ya que corres el riesgo de llegar a la fecha fin sin nada. Es mejor tener un 50% funcionando y online que haber desarrollado el 100% y no funcione correctamente.
- Contacto fluido con el cliente. Nunca hay una llamada o reunión de más. Ante cualquier duda habla directamente con el cliente. No hay margen para correcciones ni desviaciones en el desarrollo por culpa de una mala comunicación.
- Ser prácticos. Hay que ser conscientes de lo que el cliente verdaderamente necesita. No hay que pensar en la mejor solución, si no en la más efectiva que cumpla los objetivos del proyecto y las necesidades del cliente.
- Controla todas posibles fuentes de problemas. No dejes ningún cabo suelto. Debes tener controladas todas las posibles fuentes de conflictos desde el arranque del proyecto; desde los simples accesos a servidores de producción, hasta la línea de diseño. Cuando un proyecto tiene los plazos tan ajustados no puedes permitir que el equipo se quede bloqueado.
- Nunca os deis por vencidos. Aunque parezca que se complica la situación y que no vais a llegar a la entrega, ¡no abandones! Busca soluciones y alternativas, no hay tiempo para lamentaciones.
Y por último, y no menos importante, ¡felicita a tu equipo por el trabajo bien hecho! Cuando el proyecto llegue a su fin y haya conseguido el éxito, habla con tu equipo, felicítales y transmíteles la satisfacción del cliente. Se lo merecen.
Si necesitas desarrollar un proyecto online exprés, en Hiberus Digital contamos con el equipo adecuado.
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