Desde hace más de diez años la contaminación y la sostenibilidad en el mundo en el que vivimos y en las empresas hasta cada vez más a la orden del día, pero, a partir del año que viene, debido al Real Decreto 163/2014 todas las empresas darán un paso más hacia un mundo más sostenible al tener que medir, compensar y reducir la huella de carbono que producen durante la realización de sus actividades.
¿Qué es la huella de carbono producida por una empresa?
La definición estricta según el Ministerio de la transición ecológica y el reto demográfico “Miteco” es: la huella de carbono de una organización es la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto a través de la actividad que desarrolla dicha organización.
Así pues, la huella de carbono es una medida de la cantidad de Gases de Efecto Invernadero o GEI (en toneladas de CO2 equivalentes) que produce directa o indirectamente una actividad.
Recordemos cuáles son los Gases de Efecto Invernadero (GEI):
- Dióxido de carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Oxido de nitrógeno (N2O)
- Hidrofluorocarburos (HFC)
- Perfluororcarburos (PFC)
- Hexafluoruro de azufre (SF6)
¿Qué impacto tiene para las empresas?
El impacto directo es la presentación de un informe de las empresas de carácter anual en el que se indique la huella de carbono generada por la empresa y la que se repercute a cada producto fabricado por la empresa. Deberá ser indicado al consumidor para que, de igual manera que podemos elegir entre productos electrónicos más eficientes, también podamos elegir como consumidores entre productos que hayan sido fabricados de una forma más sostenible. Para poder medir esto de cara a la empresa se han creado tres alcances.
Alcance 1 – Emisiones directas
Son el conjunto de emisiones directas que son producidas por fuentes propias o controladas por la empresa.
- Consumo combustibles edificios (calderas de gas natural, gasoil)
- Fugas de gases refrigerantes florados en equipos de climatización/refrigeración (recarga de gas realizada en dichos equipos)
- Consumo combustibles vehículos
Alcance 2 – Emisiones indirectas
Conjunto de emisiones indirectas derivadas del consumo de energía. Por ejemplo, el consumo de electricidad en un edificio.
Alcance 3 – Otras emisiones indirectas
El resto de las emisiones indirectas que son consecuencia de la actividad. Por ejemplo, servicios subcontratados o uso de vehículos con medios de transporte externos.
- Viajes de trabajo con medios de transporte externos
- Servicios subcontratados (gestión de residuos, limpieza, seguridad, etc.)
- Compra de productos
¿Qué empresas están obligadas a calcular y reducir su huella de carbono?
Según recoge el Artículo 11 de este RD 163/2020, todas las empresas que actualmente y según la Ley 11/2018 deben presentar su informe en materia de información no financiera (EINF), deberán también calcular anualmente su huella de carbono y elaborar un plan de reducción de la misma: “Las empresas afectadas por la Ley 11/2018 en materia de información no financiera y diversidad, que traspone la Directiva Europea 2014/95 o sus posteriores modificaciones calcularán de manera anual la huella de carbono de su organización siguiendo los requisitos establecidos en este real decreto, siempre y cuando esto sea compatible con el cumplimiento de dicha Ley”.
En el último trimestre de este año será publicado el BOE en el que se detallarán exactamente los alcances de obligado cumplimiento para cada tipo de empresa según:
- Número de empleados
- Volumen de negocio
- Sector productivo
¿Cómo se calcula?
La huella de carbono que genera cada fuente de emisión es el resultado del producto del dato de consumo (dato de actividad) por su correspondiente factor de emisión:
Huella de carbono = Dato Actividad X Factor de Emisión
- Dato Actividad: es el parámetro que define el nivel de la actividad generadora de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, cantidad de gas natural utilizado en la calefacción (kWh de gas natural).
- Factor Emisión: es la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por cada unidad del parámetro “dato de actividad”. Por ejemplo, para el gas natural, el factor de emisión sería 0,202 kg CO2 eq/kWh de gas natural.
Para esto necesitarás conocer, al menos, los datos de consumo de los combustibles fósiles (en las oficinas, maquinaria, almacenes, vehículos, etc.) y de electricidad para un año determinado así como sus correspondientes factores de emisión.
Por ejemplo para emisiones indirectas como en el Alcance 3 deberías incluir la huella de carbono producida en los desplazamientos en avión. Esto no es un problema dado que desde hace varios años la mayor parte de las aerolíneas informan al pasajero de los kg de CO2 producidos en su desplazamiento.
Plan de descarbonización de la empresa
Una vez que las empresas se han inscrito en el MITECO y registrada su huella de carbono, deben crear un plan de reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para ello, deberán detallar en dicho plan las diferentes medidas a implementar para conseguir la reducción del consumo energético:
- Sustituir los equipos antiguos por equipos más eficientes
- Reducir el consumo de materias primas optimizando los procesos de fabricación
- Implementar el teletrabajo para reducir los desplazamientos
- Instalar energías renovables
Además, las empresas pueden optar a planes para compensar y reducir la huella de carbono a través de empresas aprobadas por el MITECO para, por ejemplo, mediante la plantación de nuevos bosques crear un bucle cerrado en el que las emisiones producidas por la actividad de la empresa son compensadas con bosques plantados por la misma.
¿Qué es la verificación de huella de carbono?
El MITECO obligará que las empresas integradas en el Alcance 3 deban justificar sus emisiones mediante una empresa certificadora independiente la cual justifique todos los cálculos realizados por la empresa.
Conclusión
En conclusión, el cálculo de la huella de carbono en las empresas es una herramienta esencial para medir y gestionar el impacto ambiental de las actividades empresariales en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que la conciencia sobre el cambio climático y la sostenibilidad crece, las empresas están reconociendo la importancia de cuantificar y reducir su huella de carbono como parte de sus estrategias de responsabilidad social corporativa y para cumplir con regulaciones ambientales cada vez más estrictas.
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