En los últimos años, las empresas han implantado técnicas de externalización para alcanzar una posición ventajosa en un mundo cada vez más globalizado. La subcontratación de servicios a terceros ofrece muchas ventajas para la empresa, como la reducción de costes fijos o el poder centrarse en su actividad principal, al externalizar actividades secundarias.
Diferentes modelos de externalización
Los avances tecnológicos en la última década han permitido que las empresas puedan externalizar sus servicios a proveedores situados fuera de sus fronteras: es lo que se conoce como offshoring. Esta técnica consiste en deslocalizar parte de los servicios o de la producción en otros países para obtener, principalmente, ventajas en cuanto al coste. Los destinos más comunes son China, Malasia o India, países donde los salarios son más bajos y que nos ofrecen un coste de producción más bajo, pudiendo ofrecer de esta forma unos precios mucho más competitivos.
Sin embargo, el offshoring no está exento de problemas. Desarrollar los procesos empresariales a miles de kilómetros a distancia trae consigo un riesgo de pérdida del control de la empresa, lo que se traduce en una pérdida de la calidad en la producción.
Grandes diferencias legales, horarias, culturales e incluso geo-políticas hacen que en muchos casos, necesitemos invertir recursos en salvar estas diferencia. La consecuencia de esto, es que los beneficios que nos reporta el outsourcing resultan casi imperceptibles. Con el objetivo de evitar estos inconvenientes, en los últimos años ha surgido una nueva estrategia llamada Nearshoring.
¿Qué ventajas nos ofrece el nearshoring?
El Nearshoring es un modelo de externalización de servicios similar al Offshoring pero a diferencia de este, la subcontratación de procesos de negocio se lleva a cabo con empresas de un país cercano (situado a unas cuatro horas de vuelo). Así, al encontrarse en un espacio más próximo, ambas partes salen beneficiadas.
Actualmente, son muchas las empresas que siguen una estrategia de nearshoring a la hora de externalizar alguno de sus procesos de negocio en países fronterizos. Algunas de sus principales ventajas son:
- Mayor contacto con outsourcers: el nearshoring conlleva un mayor control de la producción y un menor tiempo en el proceso de toma de decisiones, al ser la comunicación mucho más rápida.
- Reducción de tiempo en transporte: las entregas se realizan en un periodo de tiempo mucho más reducido.
- Factores culturales similares, lo que produce un mejor conocimiento de la demanda y del mercado.
- Misma zona horaria: nos facilita la comunicación y el control de tiempos.
- Misma normativa laboral o mercantil: si conocemos la normativa por ser similar a la de nuestro país será más fácil no resultar sancionados.
Elige un partner adecuado
Una vez tomada la decisión de externalizar servicios gracias a las ventajas que nos ofrece el outsourcing, debemos preguntarnos qué tipo de externalización es la que más conviene a nuestra empresa. Para seleccionar la alternativa más adecuada debemos tener en cuenta todas las ventajas y desventajas de cada modelo, así como el tipo de proceso que va ser externalizado.
A la hora de externalizar debemos contratar con una empresa que garantice un servicio de calidad y que permita que los riesgos que produce el outsourcing sean prácticamente inexistentes, a la vez que se cumplen los objetivos fijados.
En Hiberus, contamos con condiciones idóneas y ventajas únicas para la externalización de servicios y procesos de IT. Aplicamos un modelo de servicios sin competencia en el mercado, basándonos en una gestión diferencial, gracias a nuestra infraestructura de comunicación, perfiles dedicados y una óptima gestión del tiempo. Si estás buscando un modelo de nearshoring que se adapte a tu empresa, contacta con nosotros.
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