Diseño con principios: los principios básicos del diseño

A veces es difícil dar al diseño todo su valor, ya que tiende a la subjetividad, el impacto, las sensaciones, en definitiva… es complicado generar opiniones unánimes en ésta disciplina y por lo tanto no se puede cuantificar de forma exacta su relevancia en proyectos profesionales.

Este discurso, aunque es bastante común no es cierto, ya que todo lo que nos rodea es diseño y un buen diseño está basado en principios avalados por la experiencia, el buen gusto y la proyección, que añaden valor y aportan un plus visible en cada proyecto.

Quiero compartir en este artículo algunos de los pilares básicos del diseño gráfico que adaptados a cada proyecto darán resultados tangibles.

Elementos del diseño y consejos

Las líneas

Cada ser humano es y piensa diferente, pero existen verdades universales adquiridas en nuestra sociedad. Las líneas dividen el espacio y dirigen la mirada en él.

Una línea vertical transmite fuerza, eficiencia y progresión, y una línea horizontal en cambio genera estabilidad, confianza, tranquilidad…

Las líneas diagonales en posición ascendente comunican dinamismo, positivismo, crecimiento. En cuanto a las líneas diagonales en posición descendente pueden aludir negatividad, tristeza…

Los colores

Qué decir de los colores, es fácil saber que los colores crean emociones diferentes y se pueden asociar con sentimientos y sensaciones, se les atribuyen propiedades y valores en función de la cultura, ayudan a transmitir los atributos de una marca y son poderosos aliados en disciplinas como el marketing, la publicidad…

En la cultura occidental el color rojo simboliza rapidez, viveza, impulsividad, deseo, agilidad, el amarillo dinamismo, energía y jovialidad. Ahora te propongo pensar en restaurantes famosos de comida rápida, es probable que un 95% de los que acudan a tú cabeza contengan alguno de estos dos colores, por ello es muy importante a la hora de afrontar cualquier trabajo de diseño, tener en cuenta la cultura y la simbología del color ya que eso será un factor decisivo para posicionarnos, ayudar en la experiencia del usuario y generar el impacto más adecuado.

Si bien, puede ser más complicado combinar los colores aplicando criterios y buen gusto consiguiendo un resultado óptimo. Para ello, a parte de conocer los principios y psicología del color, podemos utilizar herramientas a nuestro alcance como por ejemplo; “Coolors”, «Adobe Color», “Color Hunt»…

En definitiva; para la elección de tu paleta de colores serán decisivos:

• Tu target
• El contexto cultural
• Tu marca
• Entender el color
• Experiencia

No obstante, siempre se puede utilizar la regla de los tres colores. Se elige un color dominante y después dos colores complementarios. El color primario ha de suponer un 60% de nuestro diseño, siendo el que predomine por encima de los tres, el segundo color abundará en un 30%, aportando personalidad y contrastando con nuestro primario, en cuanto al tercer color, solo estará presente en un 10% de nuestro diseño y es el que aporta la diferencia.

Las formas y la tipografía:

La psicología de las formas también es relevante y hay que tenerla en cuenta en la composición y en la tipografía. No hay una forma (círculo, triángulo, cuadrado) mala persé, pero puede que su elección no sea la más adecuada en función del mensaje que queramos comunicar.

Toda forma significa algo, tiene un propósito y transmite un mensaje.

Las formas curvas, redondeadas o circulares suelen asociarse con la feminidad, la naturalidad, la unidad, universalidad, armonía, protección…
Los ángulos y formas triangulares se relacionan con el equilibrio, el poder, profesionalidad, crecimiento, tecnología, innovación, modernidad, eficiencia…
Los rectángulos, cuadrados y rectas pueden representar solidez, fortaleza, seguridad, organización, estabilidad, seriedad, confianza…

Tener claros estos conceptos y lo que queremos representar en un diseño nos ayuda en la elección de la tipografía. El escoger una fuente correctamente es esencial, ya que no deja de ser una interpretación visual del lenguaje verbal.
Se debe tener en cuenta el trazo, el estilo, el eje, el espacio y las posibilidades de la fuente, pues al igual que el color, la tipografía provoca y transmite emociones. Además hemos de saber dónde se visualizará dicha fuente (offline-online).

Algunas de las diferentes familias tipográficas son las siguientes:

Las fuentes serif: Provienen de la antigüedad, se caracterizan por tener remates en los extremos o “serifas”. Este tipo de letra es muy apropiado para la lectura de textos largos, ya que ayudan en la dirección de la mirada.

Se suelen asociar con valores como la tradición, la seriedad, el respeto, el corporativismo…
Algunos ejemplos muy conocidos son: “Times New Roman”, Garamond, Courier…

Las fuentes sans serif: También llamadas etruscas o palo seco, se caracterizan por no tener serifas y no poseer apenas contraste en sus trazos. Son rectas en su terminación, básicamente, contrarias a una tipografía manual. Son geniales para textos cortos e impactantes, desde embalajes hasta cartelería. Se indican en visualización de pantallas debido a su buena legibilidad en tamaños pequeños.

Esta tipografía transmite modernidad, seguridad, alegría, minimalismo, neutralidad…
Algunos ejemplos son: Arial, Bauhaus, Tahoma, Helvetica..

Las fuentes script o manuscritas: Son tipografías que simulan la caligrafía manuscrita. No se ha de abusar de su uso ya que no suelen ser de buena lectura en textos largos, es recomendable usarla en títulos, firmas, pequeñas pinceladas en nuestro diseño. Se perciben como elegantes, denotan sensibilidad, personalidad, creatividad.

Algunos ejemplos son: Brush, Gótica, Vivaldi…

Aquí os dejo un enlace con la página web del tipógrafo Stefan Sagmeister donde podréis ver formas muy interesantes de combinar tipografía, sus formas y el diseño.

Espacio

Este principio es fundamental en diseño, ya que toda forma actúa dentro del espacio.
Al espacio dimensionado o acotado lo denominamos formato, e influirá en la manera en que percibimos la forma, también tenemos que tener en cuenta la orientación (vertical, horizontal…).

El espacio es neutro hasta que la forma interviene y cuanta más información añadimos en él, suele ser más complejo el mensaje que damos. No por llenar más el espacio, estamos haciendo mejor nuestro trabajo.

Dar solución a la relación forma-espacio es el primer paso para generar un contenido visual transcendente y requiere planificación y experiencia.

Hemos de tener presente el tamaño, que nos ayudará a generar interés, énfasis y realzar el contraste entre diferentes elementos para transmitir énfasis.

También es importante que todos los elementos dentro del espacio mantengan un equilibrio y estén armonizados, como un puzzle pensado para que todas las piezas encajen.

Para finalizar este artículo, querría resaltar la importancia de ser curiosos y prestar atención a nuestro alrededor para crear diseños persuasivos y emocionales, teniendo en cuenta todos los puntos anteriores comentados, consiguiendo generar experiencias geniales, convincentes y que capten la atención de los usuarios. Utilicemos todo lo aprendido ya que el futuro nos ofrece infinitas posibilidades.

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